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Sinopsis

Terminadas las guerras napoleónicas, Europa se va a ver sacudida por un nuevo terremoto: el movimiento romántico. De Inglaterra van a salir, envueltos en escándalo y pletóricos de talento, dos de las figuras más significativas de la época, los poetas Shelley y Lord Byron. En un año indeterminado del siglo pasado, una nave avanza con dificultad entre los hielos del Polo Norte. En su interior, una frágil mujer, MARY SHELLEY, intenta escribir en un papel helado con la tinta congelada de su tintero. Mientras escribe, rasgando el papel con el punzón de la pluma, recuerda las razones que le han llevado hasta el Fin del Mundo en pos de su CRIATURA. Y luego ya no se puede recordar claramente porque la vida se les complicó, y Shelley dejó de amarla, y les nacieron hijos y la Criatura anduvo tras ellos y fue cobrándose en las vidas de los pequeños la que a ella misma le había sido negada, porque "no es bueno dejar al perro fuera de casa" …. Y fue así como murió el pequeño William, como antes había muerto Polidori, de forma extraña y trágica. Y daba igual que esturan solos, de vuelta en Londres o en Venecia en el barroco palacio de Lord, porque el destino ya les había señalado con su dedo. Y así recuerda Mary Shelley su huida y su calvario, tan llenos de muertes violentas, y de literatura, y de excentricidades, tan itinerante, siempre expuesta a un ataque suicida de Shelley o a una extravagancia de Byron. Al final, el último refugio al lado del mar, cuando la Criatura se muestra por fin y se hace forma desde el verbo y mata porque quiere vivir. Y Mary, que se ve vencida por su propio monstruo y le arrebata todo cuanto ella ha amado para que le sea dado el amor que nunca ha tenido. Y así la historia vuelve a los hielos, cerrándose la búsqueda de la Criatura y la búsqueda de sí misma, de Mary Shelley… porque… ¿Quién puede asegurarnos que no fue ella misma LA CRIATURA?